Puede ser difícil saber cuándo está enviando demasiados correos. No quiere molestar a sus clientes, pero también quiere estar en contacto y mantenerlos actualizados sobre sus productos o servicios. ¿Cómo puede estar seguro de que no está cruzando la línea? He aquí algunos consejos que le ayudarán a saber si se está pasando de la raya.
Si está enviando demasiados correos electrónicos inútiles, es probable que esté perjudicando su productividad. No sólo estás perdiendo tiempo en algo que no es productivo, sino que también estás llenando tu bandeja de entrada con mensajes innecesarios. Esto puede dificultar que encuentres los correos importantes cuando los necesites.
Hay algunas cosas que puedes hacer para evitar enviar demasiados correos inútiles:
1. Haz una lista de los temas sobre los que sueles enviar correos electrónicos e intenta limitarte a uno o dos al día.
2. Establece una norma para no enviar ningún correo electrónico a partir de cierta hora del día. Así evitarás enviar mensajes innecesarios a última hora de la noche o a primera hora de la mañana.
3. Intenta ser más consciente de lo que escribes. Si no es algo absolutamente necesario, no lo envíes.
4. Sé paciente, maneja tu ansiedad.
Demasiados correos en la bandeja
Si ves que tu productividad se resiente porque pasas demasiado tiempo enviando o leyendo correos electrónicos, puede que sea el momento de empezar a podar tu lista de correo electrónico. Empieza por darte de baja de los boletines de noticias o de otras listas de correo electrónico que ya no consideres valiosas. Si hay personas en su lista de contactos con las que rara vez se comunica, considere la posibilidad de eliminarlas también. El objetivo es tener una lista de correos electrónicos que sea concisa y relevante, para que puedas dedicar tu tiempo a tareas más productivas.